Serendipias

tú

Entonces sucede, que aparece sin llamar a tu mundo, sin presentaciones, ni encuentros forzados, simplemente la incomprensión del tiempo y del destino que se compone de pura casualidad. Sientes algo dentro, le miras en silencio mientras él sigue con su discurso de ‘Qué hace una chica como tú en un sitio como este?’ entre risas. Te olvidas de todo, incluso de aquel desamor que te había tenido en vilo varios meses atrás sin mucho sentido. Notas como tu mundo está girando, el amanecer se acerca, las luces se apagan y pareces querer tener solo una opción; él. Te pide el numero de teléfono, se lo das y como una estrella fugaz…desaparece.

Te pasas la madrugada divertida con tu amiga sobre ese encuentro, piensas; no me va a llamar, y te duermes.

Al día siguiente, tarde pero bien, recibes un mensaje gracioso (como no podía ser de otra forma) es él y te hace sonreír como hacía tiempo que no hacías frente a la pantalla del teléfono. Quieres tomártelo con calma, no le conoces de nada, es un desconocido… pero algo dentro de ti se ha encendido.